Re: Mi sueño en el jardín

[Admin]

Bienvenida mon chou,

qui est gonzesse qui t'occupe tellement, je suis jalouse tu sais.

bon, n'oublie pas que tu es le patron ici, et la caisse il faut la verifier un peu plus souvent
jaja

Bisous

Je suis un patron très... libéral

Quant aux gonzesses... qui m'occuperaient... ia latif... s'il n'y en avait qu'une

[Merce]

Bienvenida mon chou,

qui est gonzesse qui t'occupe tellement, je suis jalouse tu sais.

bon, n'oublie pas que tu es le patron ici, et la caisse il faut la verifier un peu plus souvent
jaja

Bisous

[Admin]

Tienes razon Merche... no vengo bastante por aqui... menos mal que tu y Felix manteneis vivo este rinconcito, sin olvidar a nuestro Michel Mohamed

[Merce]

Mi sueño en el jardín

Un rayo de sol
me acaricia la cara,
penetra mi sueño,
¿será un espejismo?
es un sueño,
una bella tregua.

Me levanto de la cama,
y así totalmente desnuda,
me acerco al jardín,
me detengo un momento,
para admirar la vista.
¡Un verdadero encanto!

Los rosas, cuando paso
se abren alegremente,
las acaricio ligeramente.
Los pájaros pian con alegría,
el jardín vive,
todo sonríe.

Me muevo con soltura
entre las callejuelas,
aquí y allí las mariposas,
bailan y flotan en el aire,
una, color de oro
sobre mi pecho se pone.

¿Vienes a libar pequeña mariposa?
con movimientos sutiles,
acaricia la punta de mi pezón
y me
estremezco de placer.
Respiro hondo
los perfumes del amanecer.

De repente unas manos,
me rodean la cintura,
un cuerpo se pega a mi trasero,
moldeando su cuerpo con mi figura
siento el calor que de allí emana,
me hierve la sangre,
me estremezco.

Su abrazo me aprisiona,
sus manos me atraen más a el,
siento un bulto grande y duro
que despierta en mí una gran lujuria.
Me roza el cuello con sus labios
me mordisquea una oreja y la otra.

No quería darme la vuelta
pero ya sabia quien era.
De un pronto me alza,
y sobre la alfombra de flores salvajes
delicadamente me posa.
Suelto un suspiro de gozo.

Se acuesta a mi lado,
su mano suavemente
empieza a dibujar arabescos
en mi pecho.
Yo con los ojos entreabiertos
me dejo acariciar
por sus manos expertas.

Empezamos una danza
frenética,
un vaivén de caderas
nuestros cuerpos
entrelazados
apretados,
se rozan.

Besos de fuego
sellan nuestras bocas,
besando y mordisqueando
y tu con
tus manos,
sigues buscando caminos
entre mis formas,
invadiendo mi intimidad.

Llegas a esa cueva secreta
que se abre con alegría
para recibir tu presencia.
Entras en mi con la fuerza
de un huracán,
nuestros cuerpos sudando,
jadeando,
siento tu pasión
y me estremezco.

Las caderas apretaban
gimiendo de placer,
los ríos se abren
y los flujos se derraman
con furia.
Merche DemBar

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