Público.es
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Hola
Obviamente Ricardo Trinidad es una periodista, pero su articulo aparecio en este WEB y solamente quize dar mi opinion sobre el escrito, en este WEB tb y dirijido a quien lea el articulo.
Ya me conoceis, no es la primera vez que defiendo los colores de Marruecos:D
Ya me conoceis, no es la primera vez que defiendo los colores de Marruecos:D
Mose Benitah- Nombre de messages : 21
Date d'inscription : 29/03/2008
Re: Público.es
rigallor escribió:Mose, Trinidad no pertenece a esta web. Es un artículo que copié de la web www.público.es, por lo tanto dificilmente va a leer lo que le pones aqui.
Ya... pero es como el "correo de los lectores"
Se contesta a un periodista... sin que este sin duda lea, pero considero de interés sin discusion la participacion y contestacion de Mose.
Re: Público.es
Mose, Trinidad no pertenece a esta web. Es un artículo que copié de la web www.público.es, por lo tanto dificilmente va a leer lo que le pones aqui.
Re: Público.es
Me alegro de ver que fuiste a Tánger Trinidad y al mismo tiempo me doy cuenta de que tus observaciones son justas así como el resultado de tus conversaciones con Youssef.
Te dijo lo que pensaba sin temor a que le denuncien. No hace mucho, no se podía ser tan explicito sobre sus preferencias de democracia en otros pueblos.
El retrato de Youssef es el del chico, prostituto también quien se busca la vida, por muy poco, con aquellas o aquellos que vienen a buscarle desde otros rincones de este mundo.
No obstante veo que cada cual tiene su punto de vista e igual que todos podemos ver la mitad del vaso lleno o vacío, muchos ven lo que les parecen deficiente y perverso y se quedan ciegos sobre lo humano y divertido.
Carmen Ordóñez de Ronda, encontró que justamente y por razones evidentes que Tánger era un paraíso.
Con trece años en Málaga escuche una señorita decirme “cinco duros un polvo”, y ni siquiera sabia yo de que me hablaba.
Que puedes tu saber de la cultura marroquí o de cómo tratan a las mujeres. La libertad que tienen las moras, hoy, de viajar solas por el mundo, y no para putear, si no para trabajar decentemente en otros países, todavía no la tienen muchas europeas aunque sea por el coraje que se necesita para emigrar a tierras extrañas donde no se sabe lo que se puede uno encontrar.
Todo es una cuestión de punto de vista y respeto el tuyo Trinidad pero ¿porque no te fijas un poco en la progresión de Marruecos desde su independencia desde hace poco mas de cincuenta años a la misma progresión de los cincuenta años anteriores cuando Francia y España manejaban la batuta?
Te dijo lo que pensaba sin temor a que le denuncien. No hace mucho, no se podía ser tan explicito sobre sus preferencias de democracia en otros pueblos.
El retrato de Youssef es el del chico, prostituto también quien se busca la vida, por muy poco, con aquellas o aquellos que vienen a buscarle desde otros rincones de este mundo.
No obstante veo que cada cual tiene su punto de vista e igual que todos podemos ver la mitad del vaso lleno o vacío, muchos ven lo que les parecen deficiente y perverso y se quedan ciegos sobre lo humano y divertido.
Carmen Ordóñez de Ronda, encontró que justamente y por razones evidentes que Tánger era un paraíso.
Con trece años en Málaga escuche una señorita decirme “cinco duros un polvo”, y ni siquiera sabia yo de que me hablaba.
Que puedes tu saber de la cultura marroquí o de cómo tratan a las mujeres. La libertad que tienen las moras, hoy, de viajar solas por el mundo, y no para putear, si no para trabajar decentemente en otros países, todavía no la tienen muchas europeas aunque sea por el coraje que se necesita para emigrar a tierras extrañas donde no se sabe lo que se puede uno encontrar.
Todo es una cuestión de punto de vista y respeto el tuyo Trinidad pero ¿porque no te fijas un poco en la progresión de Marruecos desde su independencia desde hace poco mas de cincuenta años a la misma progresión de los cincuenta años anteriores cuando Francia y España manejaban la batuta?
Mose Benitah- Nombre de messages : 21
Date d'inscription : 29/03/2008
Re: Público.es
Digamos que yo no hubiera puesto eso de "nido de putas".... porque no sé a que viene atribuir a Tánger como en exclusividad lo que existe muchisimo más en Agadir...en Casablanca... o en Marrakech !
Alli las hay como en cualquier otro sitio y sin que la emigración sea la causa de ello !
Pero bueno la prensa es eso... titulo gancho para que lea la gente el articulo, articulo en si que refleja en efecto una realidad indiscutible.
Marruecos es una jaula efectivamente.
Sabeis que salvo dos o tres paises de Africa... Gabon, Mauritania y no sé cual mas... en todos EL VISADO para un marroqui es obligatorio ?
Ni Algeria, ni Tunez, ni Egypto... ni ningun pais "magrebí"..... !
Alli las hay como en cualquier otro sitio y sin que la emigración sea la causa de ello !
Pero bueno la prensa es eso... titulo gancho para que lea la gente el articulo, articulo en si que refleja en efecto una realidad indiscutible.
Marruecos es una jaula efectivamente.
Sabeis que salvo dos o tres paises de Africa... Gabon, Mauritania y no sé cual mas... en todos EL VISADO para un marroqui es obligatorio ?
Ni Algeria, ni Tunez, ni Egypto... ni ningun pais "magrebí"..... !
Re: Público.es
GRACIAS RICARDO
POR PUBLICAR ESTE ARTICULO.
AQUI SE VE LO QUE ES MARRUECOS VERDADERO.
ESTOS JOVENES EXPRESAN LA ANSIEDAD, LA
AMARGURA LA FALTA DE OPORTUNIDADES PARA
SALIR DE LA MISERIA. QUIEREN MAS LIBERTAD DE
EXPRESION, QUE NO HAIGA DESCRIMINACION.
CON LA CORUPCION CONSTANTE QUE HAY A
TODOS LOS NIVELES, TODAVIA TIENEN MUCHAS
LEGUAS QUE ANDAR.
ALGO TIENE QUE CAMBIAR SI QUIEREN PARA ESE
FENOMENO MIGRATORIO.
BESOS
MERCHE
POR PUBLICAR ESTE ARTICULO.
AQUI SE VE LO QUE ES MARRUECOS VERDADERO.
ESTOS JOVENES EXPRESAN LA ANSIEDAD, LA
AMARGURA LA FALTA DE OPORTUNIDADES PARA
SALIR DE LA MISERIA. QUIEREN MAS LIBERTAD DE
EXPRESION, QUE NO HAIGA DESCRIMINACION.
CON LA CORUPCION CONSTANTE QUE HAY A
TODOS LOS NIVELES, TODAVIA TIENEN MUCHAS
LEGUAS QUE ANDAR.
ALGO TIENE QUE CAMBIAR SI QUIEREN PARA ESE
FENOMENO MIGRATORIO.
BESOS
MERCHE
Merce-
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Date d'inscription : 29/03/2008
Público.es
TRINIDAD DEIROS - Tánger - 04/04/2008 22:15
Tánger, hermosa y canalla. Feudo islamista y nido de putas; por sus calles aún pasea la sombra de su pasado esplendor, cuando era una ciudad cosmopolita en la que recalaban intelectuales y escritores de medio mundo.
Una época que es sólo un recuerdo. Ciudad frontera, Tánger se asoma ahora al Estrecho de Gibraltar como última etapa de una frustración: la de tantos jóvenes marroquíes que sienten que su país no les ofrece un futuro, mientras el extranjero les está vedado por las políticas de inmigración de los países occidentales.Yusef es uno de ellos. Risueño y divertido, con él la carcajada es inevitable. Su discurso está lleno de bromas, pero destila una profunda desesperanza.
A sus 24 años, como tantos de sus coetáneos marroquíes, se quiere marchar. Y no es porque le haga falta un trabajo -que tiene, aunque gana poco dinero- ni porque esté desesperado, sino porque se siente "encarcelado". Tiene un deseo que entre los jóvenes es tan viejo como el mundo: viajar, conocer gente de otros países, aprender otros idiomas. No puede; con sus ingresos -un poco menos de 200 euros al mes- ningún consulado europeo le concedería un visado. Sin él, los marroquíes apenas pueden viajar a unos pocos paísesen el mundo.
Injusticia y desigualdades
Pero las motivaciones de este joven carpintero van mucho más allá de esta legítima aspiración. En un castellano que ya quisieran para sí muchos jóvenes españoles y que aprendió viendo la televisión española -que se capta en toda la ciudad-, Yusef desmonta el retrato de la emigración como un fenómeno que se remite únicamente a los factores económicos.
"¿Te acuerdas de esa coreografía de Michael Jackson en la que parece que camina pero en realidad no se mueve del sitio?", pregunta. "Pues así es Marruecos", sonríe. Y prosigue: "En este país, el principal problema es la falta de democracia; yo siempre pienso que, en Marruecos, si eres una persona normal, o montas una revolución o te largas".
Dice que "no puede con tanta injusticia" como ve en su país. Y a ver quién le quita la razón. En las calles marroquíes, conviven la ostentación en forma de Porsche Cayenne con las decenas de jóvenes que a duras penas pueden pagar los veintedirhams (menos de dos euros) que cuesta la entrada de un cine.
La estampa podría parecer anecdótica: en muchos países la juventud pena para integrarse en unos mercados laborales cada vez más competitivos y unas sociedades en las que a veces no tiene voz. A veces. El problema en Marruecos es la amplitud del fenómeno. Para empezar, porque la mayoría de los marroquíes son jóvenes. Cuesta imaginar que el 60% de los ciudadanos de este país tiene menos de 30 años.
Esta población difícilmente puede identificarse con un sistema político fosilizado cuyos líderes políticos son los mismos desde hace 40 años. Ése es el caso de Abásel Fassi, primer ministro de Marruecos, que con sus 67 años poco tiene en común con la mayor parte de sus conciudadanos, que aún no había nacido cuando él inició su carrera política. Inmersos en una sociedad decadente, sin trabajo o con trabajos precarios, que no les permiten prosperar, y mal representados por unos dirigentes septuagenarios que no han sabido sacar a su país del subdesarrollo ni traer la democracia, muchos jóvenes marroquíes vuelven sus ojos hacia el extranjero.
Numerosos expertos y diferentes estudios llevan años advirtiendo de lo que ha venido en llamarse la "obsesión migratoria" entre los adolescentes marroquíes. Yusef, a su manera, lo resume diciendo que, si se abrieran las puertas de Europa, "la cola de marroquíes empezaría en Tarifa y llegaría hasta Johannesburgo". Aunque él no forma parte del 63% de electores que se abstuvieron en las pasadas elecciones -flagrante demostración del desapego de los marroquíes hacia su sistema político- Yusef incurrió en una aparente contradicción: siendo como es una persona evidentemente progresista y tolerante dio su voto a los islamistas.
La razón se remite de nuevo a las "ansias de que algo cambie". Los islamistas, que participan en las elecciones desde hace sólo una década, no están aún desgastados y obtienen réditos de sus llamamientos de moralización de la vida pública. Es sólo un discurso, pero en un país en el que la corrupción es la norma a muchos jóvenes les llega. El voto islamista es, muchas veces, el de la protesta.
Otros muchos jóvenes ni siquiera se molestaron en ir a votar. Fadel y Zineb, nombres ficticios de un matrimonio de 28 y 21 años, respectivamente, dicen que no fueron a votar porque ellos "no pintan nada para los políticos". También ellos quieren emigrar. Su caso no es como el de Yusef. La primera razón de la que hablan es económica, quieren comprarse su propia casa, pero a medida que empiezan a describir su vida relatan un panorama de desesperanza similar. Un país que no les ofrece un futuro a ellos ni a los hijos que puedan tener. Ése es otro de los problemas: dar una buena educación a los hijos cuando la educación pública es un auténtico desastre.
Fadel describe su realidad como "amarga". Y tampoco es un desesperado ni se le pasa por la imaginación montarse en una patera. Trabaja en el call center de Telefónica en Tánger, pero dice que en su país "se siente muerto", que a veces le entran ganas de "mandarlo todo al carajo" y que, por momentos, "se avergüenza de ser marroquí". También él ansía la democracia. Cuando se les pregunta si los jóvenes tienen voz en Marruecos, Zineb encoge los hombros y se ríe.
El ‘efecto salida'
La psiquiatra Amina Bargach lleva años trabajando sobre el fenómeno migratorio, en especial en lo que atañe a los niños y adolescentes. Esta especialista defiende la idea de que la emigración es un fenómeno complejo que no puede "reducirse a la cuestión económica". Para empezar, como demuestra el caso de Yusef, la doctora Bargach pone de relieve la repercusión que tiene el hecho de que a los jóvenes de su país "se les prive de forma precoz de un sueño: el de coger la mochila e irse a conocer Europa". Esta prohibición genera "rabia interior", pues son conscientes de que "otros (los jóvenes de países ricos) sí pueden hacerlo".
La globalización permite además que estos jóvenes sepan lo que pasa en el resto del mundo, por lo que el interrogante que se plantean es "¿por qué ellos sí y yo no?". La psiquiatra marroquí no habla de efecto llamada; dice que es más correcta la denominación efecto salida. Este efecto salida es una de las manifestaciones, explica, "del divorcio patológico entre la comunidad y la clase política, de la que los ciudadanos desconfían porque no responde a sus necesidades".
La elevadísima tasa de abstención en las elecciones -a la que hay que añadir los más de 4,5 millones de marroquíes que ni siquiera se inscribieron en las listas electorales- es para la doctora Bargach la demostración de la falta de adhesión, corolario de la "ausencia de una auténtica democracia que nos permita identificarnos con el país y tener un proyecto digno en el que creer".
Ese aspecto es "responsabilidad de los marroquíes", pero el efecto salida lo es "tanto de la sociedad emisora como de las receptoras de emigración". "Debería haber una corresponsabilidad en torno a este problema"."La emigración, tal y como está ahora, deja mal a España y a Marruecos", deplora esta especialista. "El ser humano no debería ser una moneda de cambio", concluye.
En cuanto a la complejidad del fenómeno migratorio, la psiquiatra marroquí pone como ejemplo la emigración femenina. La mujer "no emigra por causas económicas", sino que su decisión "pone de manifiesto la incoherencia de las leyes sobre la mujer" en Marruecos.
Aunque en el caso de las chicas, sometidas a leyes y prácticas sociales claramente discriminatorias, este factor es más evidente, el rígido control que la familia y la comunidad ejerce sobre los jóvenes es otro de los motores del deseo de partir. La falta de libertad y la frustración personal y, muchas veces, sexual, explican también las ansias de buscar nuevos horizontes.
Yusef no invoca esta razón; al principio se muestra reticente a hablar de ello, pero después aborda el tema con su habitual ironía."Ahora las cosas han cambiado. Pasear con una chica es normal y no pasa nada".
Se queda pensativo y tras un segundo de silencio precisa, "siempre que no te encuentres con su padre o sus hermanos". Hasta él suelta la carcajada.
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