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Días felices en Tánger

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Mensaje por Merce Miér 14 Mayo - 17:38

COSAS TRANSPARENTES
Días felices en Tánger

Un día de otoño de 1954, aquella ciudad del norte de Marruecos viajó a Málaga. Fue durante el rodaje de 'Fuego sobre África'
16.11.07 -

JOSÉ A. GARRIGA VELA

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LOS que me conocen se burlan de mí cuando les aseguro que nací en Tánger en 1954. Ya sé que mi pasaporte indica que soy de Barcelona y que resido en Málaga, pero los pasaportes no tienen cerebro ni memoria. No poseen alma. No expresan sentimientos.
Mis padres estuvieron en Tánger durante el breve periodo de tiempo en el que Tánger estuvo en Málaga. Una ciudad dentro de otra ciudad. Hay ciudades que cambian de sitio. No me refiero a las ciudades de papel que viajan por el mundo entero ocultas en libros sino a las ciudades que se desplazan del lugar en el que han estado siempre para instalarse en otro distinto. Todos ustedes saben que una vez Casablanca se trasladó a la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos; y que Roma
estuvo en Almería. Las ciudades viajeras siempre dejan en su lugar una copia de tamaño original para que los habitantes no se vuelvan locos y puedan seguir paseando por sus calles, entrar en los comercios y, al llegar la noche, acostarse en su cama. Un día de otoño de 1954, Tánger viajó a Málaga. Hace hoy cincuenta y tres años.
Mi padre era un sastre barcelonés que hacía trabajos esporádicos para una productora de cine inglesa que se llamaba Film Locations. Cuando se realizaban películas en España avisaban a mi padre para que trabajara en vestuario y mi madre lo ayudaba. Mis padres se trasladaron desde Barcelona a Málaga para asistir al rodaje de la película 'Fuego sobre África', de Richard Sale. Creo que mis padres se enamoraron de la ciudad de la película, que no era Málaga sino Tánger. Y creo también
que por eso volvimos quince años después para instalarnos definitivamente en Málaga, que para mis padres seguía siendo Tánger.
Mi madre guardaba varios álbumes, que heredé cuando falleció, en los que pegaba fotos y recuerdos de los viajes. La veo ahora en las fotos de Christopher Challis posando conmigo, que estoy escondido dentro de su vientre, delante de la fachada del Hotel Ritz de Tánger, que en realidad no era ningún hotel sino la residencia de la familia Pérez-Bryan en la calle Pintor Sorolla de Málaga, frente al mar. La casa que suplantaba al hotel se llamaba Bellavista. La productora alquiló dos días la mansión para rodar algunas escenas de la película. Mi madre y yo aparecemos retratados por el director de fotografía de la
película en otros lugares del Tánger malagueño, aunque de mí no se ve nada. Yo entonces sólo era un bulto en el vientre de mi madre.
Mi padre lloraba de risa y se emocionaba viendo películas. Nunca olvidaré el viaje que hicimos a París cuando yo tenía seis años. Una tarde, se marchó solo al cine a ver 'Hiroshima, mon amour'. Mi madre y yo fuimos a recogerlo a la salida. Estaba triste y con los ojos irritados, como si en vez de salir del cine lo hiciera de un velatorio. Hay quien dice que el cine es un engaño porque trata de hacernos creer cosas que son mentira, como que Tánger se convierta durante unos días en el alma de Málaga. Sin embargo, mis padres y yo sabíamos que todo eso era verdad. Mi padre vivía intensamente la ficción. Los días que estuvimos en Tánger, cuando yo aún no había nacido, pasaba las horas arreglando el bajo de las chilabas, bebiendo té con hierbabuena y oyendo el canto del muecín en la torre de la alcazaba de Málaga. Llegó a creerse hasta tal punto que se hallaba en Tánger que contagió a mi madre y a varios de los participantes en la película. Una noche, llegaron al hotel con una tarjeta del balneario del UNCLE TOM del Tánger de verdad, propiedad de un negro del Mississippi, viejo y puritano, que de noche perseguía por la arena a las parejas de enamorados para golpearles con una cruz fosforescente.
Mi madre se hizo amiga de Maureen O'Hara, que era la protagonista de la película, y salían por la tarde juntas a pasear por la Ville Nouvelle. Mi padre prefería los cafés de cartón piedra del zoco Chico. Muchos años después, viajé a la ciudad original de Tánger con la intención de descubrir los lugares de la película. Llevé conmigo los álbumes de fotos y recuerdos de mi madre para contrastar los lugares de antaño con los del presente. No encontré el Frisco's Bar, ni el hotel Ritz, ni por supuesto el túnel de La Araña donde Maureen O'Hara dispara a Macddonald Carey. Sin embargo, de noche, en la habitación del Hotel
Continental, ojee los álbumes y vi a mis padres en la terraza de ese mismo hotel acompañados de Maureen O'Hara, el actor español Antonio Casas, la bailadora Carmen Carrasco y el director Richard Sale.
Nunca sabré dónde estuvieron mis padres el año que yo nací. ¿Fue en Málaga? ¿Estuvieron realmente en Tánger? ¿Es capaz el cine de cambiar de sitio las ciudades? ¿Acaso la fantasía de mis padres convirtió en realidad su viejo sueño de vivir para siempre en Tánger? El 20 de noviembre de 1954 nací en Barcelona en una habitación repleta de postales de Tánger y fotos de artistas; por eso no miento cuando aseguro que nací en Tánger. Tánger era una habitación de Barcelona. En una de las fotos que había en el cuarto de mis padres donde nací, aparecía Maureen O'Hara con un niño sonriente al que le falta una pierna. Ella estaba agachada y las mejillas de los dos permanecían unidas mientras miraban a la cámara. Justo detrás de ellos se puede ver a mi padre. Me emocionó ver esa foto hace sólo tres años en la portada de un libro titulado 'Málaga Cinema', escrito por los periodistas y cinéfilos malagueños Juan Antonio Vigar y Francisco Griñán. Me llamó la atención que todos los que salían en esa foto eran más jóvenes que yo ahora, incluso mi padre. El cine quizás miente, pero la vida real es absurda y engañosa.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, cuando Mohamed Chukri tenía casi veinte años, no sabía leer y dormía en los cementerios y yo me escondía del mundo en el vientre de mi madre. El año que murió Auguste Lumière y en el que alguien dijo: «Lo primero que aprendes en Tánger es a vivir la vida según se presenta».


























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